martes, 20 de septiembre de 2011

Sobre la depresión

Sobre la depresión

Hay un libro que se llama Trastornos bipolares. Conceptos clínicos de Editorial Médica Panamericana, que aclara muchas cosas, entre ellas que la depresión generalmente no es unipolar como se supone, en todo caso, los casos de depresión unipolar serían los menos. Que casi siempre hay asociado otro factor (generalmente manía aunque sea leve) que hace que sea mas común y mal diagnosticada la bipolaridad. Y también habla de la poca formación y los escasos conocimientos que tienen la mayoría de los profesionales de la salud mental. 

TIPOS DE ESTADOS DEPRESIVOS Y FACTORES COMUNES 

Consideraremos tres tipos de depresión agrupadas bajo la categoría de trastornos afectivos 
Depresión reactiva o neurótica 
Depresión endógena 
Depresión orgánica 

Las tres tienen en común los siguientes factores: 

Humor depresivo 
Pérdida de placer e interés 
Inutilidad y culpabilidad 
Baja autoestima 
Incapacidad 
Pensamientos suicidas 
Ansiedad 
Dificultades para pensar 
Obsesiones y paranoia 
Perturbación del sentido del tiempo 
Despersonalización (en casos más graves pueden llegar a sentirse apartados de la realidad, como si simplemente fueran observadores sin participar emocionalmente) 
Pérdida de energía 
Lentitud y agitación 
Trastornos del apetito y el peso 
Problemas de sueño 
Reducción de la libido (falta de deseo en las mujeres) 
Síntomas corporales (jaquecas, náuseas, dolores varios, calambres etc...) 


Depresión endógena: 
Este tipo de depresiones son una respuesta a algún proceso endógeno o interno desconocido. Estas depresiones no son desencadenadas por ningún acontecimiento externo; simplemente, se abalanzan sobre la persona afectada. 
Por lo general, presentan ciclos temporales regulares y pueden ser bipolares o unipolares. La bipolar recibe el nombre de maníaco-depresiva (el individuo pasa repetidamente de la desesperación a un estado de ánimo neutro, de aquí a un estado maníaco hiperactivo y superficialmente eufórico, para volver a la desesperación, pasando por el estado neutro). La unipolar consiste en una alternancia regular de desesperación y neutralidad, sin aparición de manía.
 Las depresiones endógenas responden a menudo al tratamiento con fármacos y pueden tener un origen hormonal. También pueden hallarse genéticamente predispuestas (Ej. si la madre es depresiva y el padre alcohólico es posible que el descendiente llegue a ser depresivo. Se ha dicho que en los hombres el alcoholismo es el equivalente de la depresión en las mujeres) y sus síntomas suelen ser más graves que los de las depresiones reactivas. 

Depresión orgánica: 
Cuando se hace un diagnóstico de depresión es importante descartar las bases orgánicas, puesto que el efecto y la conducta depresiva están asociadas muchas veces a una lesión cerebral o a la acción de ciertos fármacos. 
Todas estas son características visibles de la enfermedad, sirven a modo se señales de alerta, pero el diagnóstico específico lo debe efectuar un profesional adecuado. 

sábado, 10 de septiembre de 2011

DÉFICIT DE ATENCIÓN E HIPERACTIVIDAD (TDAH)

Lista de Especialistas y qué pueden hacer:
Especialidad
Diagnostica?
Medica?
Terapia?
Psiquiatras
Si
Si
Si
Psicólogos
Si
No
Si
Pediatras
Si
Si
No
Neurólogos
Si
Si
No
Diagnóstico y Tratamiento
El trastorno por déficit de atención, con o sin hiperactividad (TDAH) es un trastorno de origen neurobiológico que se caracteriza por déficit de atención, impulsividad, y/o hiperactividad excesiva.
CARACTERÍSTICAS
·                                 Atención y concentración
·                                 Impulsividad
·                                 Hiperactividad
Todas estas características son normales en cualquier niño, pero en el caso de niños con TDAH se dan con mayor FRECUENCIA E INTENSIDAD y pueden interferir en su proceso de aprendizaje y/o en sus relaciones sociales.
Estos problemas han de aparecer antes de los 7 años y manifestarse en dos o más ambientes, por ejemplo, en casa y en la escuela.
También debe de tenerse en cuenta que la sintomatología se manifiesta de forma diferente según la edad del niño, por ejemplo el exceso de actividad motora y/o vocal se reduce significativamente en la adolescencia.
Atención y concentración
·                                 Dificultad a la hora de establecer un orden en sus trabajos o pequeñas responsabilidades a casa.
·                                 Le cuesta "ponerse en marcha" (para vestirse, hacer los deberes.....), pues se distrae fácilmente con cualquier otro estímulo.
·                                 Presentan problemas para mantener la atención hasta finalizar sus trabajos (hacen dibujitos, se distraen con el lápiz...).
·                                 Pierden u olvidan cosas necesarias (agenda, abrigo, bufanda, cartera, deberes.....).
·                                 Parecen no escuchar cuando se les habla.
·                                 Olvidan realizar sus trabajos cotidianos (cepillarse los dientes, recoger la ropa....).
·                                 Pueden tener problemas a la hora de seleccionar que es lo más importante.
·                                 Prestar atención a dos estímulos a la vez (por ejemplo: seguir lo que dice el profesor y tomar notas al mismo tiempo).
Impulsividad
·                                 Con frecuencia actúan sin pensar.
·                                 Hablan en momentos poco oportunos o responden precipitadamente a preguntas que todavía no se han acabado de formular (delante de una visita, a clase...).
·                                 Les cuesta obedecer las ordenes, no porqué no quieran obedecer, sinó porque no están atentos cuando se les formulan.
·                                 Suelen ser poco previsores y olvidan planificar (se ponen a hacer sus deberes sin el material).
·                                 Interrumpen a menudo durante juegos o explicaciones.
·                                 Tienen dificultades para pensar antes de actuar.
·                                 Presentan dificultades para planificar.
Hiperactividad
·                                 A menudo mueven los pies y las manos o se levantan de la silla.
·                                 Van de un lugar a otro sin motivo aparente.
·                                 Se columpian sobre la silla.
·                                 Juegan frecuentemente con objetos pequeños entre las manos.
·                                 A menudo tararean o sorollizan inadecuadamente con la boca.
·                                 Hablan en exceso.
·                                 Durante el juego les cuesta esperar su turno y jugar de forma tranquila.
TIPOS DE TDAH
Según los criterios del DSM-IV (manual de Diagnóstico y Estadística de la Asociación de Psiquiatráa Americana, 1994) los tipos de TDAH son:
·                                 Inatento: predomina la dificultad de atención.
·                                 Impulsivo-hiperactivo: predomina la dificultad en el autocontrol.
·                                 Combinado: presenta síntomas de inatención, de impulsividad y de hiperactivitad.
Según los criterios del DSM-IV (manual de Diagnóstico y Estadístico de la Asociación de Psiquiatría Americana, 1994) los tipos de TDAH son:
·                                 Problemas en el rendimiento escolar.
·                                 Baja autoestima.
·                                 Problemas de adaptación a la escuela.
·                                 Mayor facilidad a tener accidentes.
·                                 Problemas en las relaciones con los familiares y amigos.
·                                 Problemas de sueño.
·                                 Problemas emocionales (depresión, sentimientos de desconfianza, inseguridad...).
·                                 Manifiestan poca motivación escolar.
·                                 Les cuesta seguir las normas.
·                                 Variables en cuanto a rendimiento escolar.
DIAGNÓSTICO
Un buen diagnóstico será fundamental para que padres y maestros acompañen al niño con TDAH e intenten evitar la aparición de estos problemas asociados.
Con la entrada en la escuela a primaria suceden cambios importantes, las exigencias son mayores, los horarios más pautados, el número de niños por maestro es mayor... pero sobretodo se le exige una gran atención y control sobre si mismo.
Es por eso que muchas veces el diagnóstico se produce con la entrada del niño a la escuela ya que las exigencias hacen que sean más evidente las dificultades y la necesidad de un diagnóstico.
El diagnóstico lo ha de realizar un profesional clínico conocedor del tema. Una evaluación a nivel médico, psicológico y pedagógico permitirá determinar cual es la condición del niño a nivel físico, emocional y de aprendizaje.
De esta forma, se podrá descartar que sean otras las causas de su comportamiento o bajo rendimiento escolar.
Este profesional necesitará, a más de la información que le puedan dar los padres, información por parte de la escuela mediante informes o cuestionarios, así como la exploración y observación directa del comportamiento y rendimiento del niño.
POR QUÉ ES TAN IMPORTANTE EL DIAGNÓSTICO?
Será mediante el establecimiento de un diagnóstico que confirme o descarte el trastorno cuando se podrá comenzar a proporcionar la ayuda adecuada (el tratamiento que el niño requiera).
Pero a más a más, el profesional deberá evaluar si existen otros problemas asociados.
Es importante el diagnóstico precoz para poder abordar adecuadamente los diferentes problemas que puedan surgir a lo largo de su desarrollo.
Factores que pueden empeorar el pronóstico:
·                                 Diagnóstico retardado.
·                                 Fracaso escolar.
·                                 Recibir una educación excesivamente permisiva o, por el contrario demasiado severa.
·                                 Ambiente familiar marcado por el estrés, la hostilidad y los desacuerdos entre los padres.
·                                 Problemas de salud en el niño y retrasos en su desarrollo.
·                                 Precedentes familiares de alcoholismo, conductas antisociales u otros trastornos mentales.
Factores que ayudan a una buena evolución:
·                                 Diagnóstico precoz.
·                                 Educación coherente por parte de los padres y transmisión de valores positivos.
·                                 Estabilidad familiar.
·                                 Adaptación y conocimiento por parte de los profesores.
·                                 Colaboración entre los padres y la escuela.
TRATAMIENTO DEL TDAH
El tratamiento del TDAH es multimodal, eso quiere decir que las propuestas de tratamiento son diferentes en función de las dificultades del niño y de cómo afecte el trastorno a su vida cotidiana.
Se proponen por tanto, los siguientes componentes posibles de un tratamiento:
·                                 Conductual para fomentar las conductas positivas.
·                                 Cognitivo para ayudar a establecer un pensamiento organizado en el que el niño/a adolescente preves las consecuencias de los comportamientos y busque alternativas.
·                                 Ayuda a los padres: mediante cursos de formación, conferencias, grupos de trabajo....
·                                 Asesoramiento a profesores: mediante información del TDAH y/o cursos de formación.
·                                 Farmacológico: siempre bajo prescripción y seguimiento médico.
·                                 Cursos para el niño/a adolescente de habilidades sociales.
·                                 Psicopedagógico o refuerzo escolar especializado.
El tratamiento no cura pero favorece una mejor adaptación social, académica, familiar y personal, y aborda los problemas y/o trastornos asociados con la intención de evitar que se compliquen.



Neuromanagement

NEUROMANAGEMENT   Por Néstor Braidot

 

A lo largo de nuestra evolución, el cerebro humano adquirió ciertas características que nos hacen reaccionar ante la percepción del peligro. Sin embargo, estas respuestas instintivas enturbian nuestra razón y sesgan nuestras decisiones. ¿Podemos controlarlas?

Cuando una persona debe enfrentar un problema, un conflicto, o una situación estresante, se dispara una serie de emociones que se expresan a través de cambios físicos y comportamentales.
Con independencia de si el peligro percibido es real o imaginario, se activan los centros que coordinan las respuestas emocionales, que a su vez activan lo que se conoce como la "división simpática" del sistema nervioso autónomo.
Estas respuestas fisiológicas impactan sobre el normal desempeño del individuo. La razón se enturbia y la elevada carga emocional sesga la toma de decisiones, induciendo a la equivocación sistemática.
Ahora bien, ¿podemos hacer algo al respecto? ¿Es posible entrenar al sistema emocional del cerebro para responder de manera distinta ante el estrés? ¿Es posible controlar (o, al menos, acotar) procesos fisiológicos y emocionales altamente automatizados y que se disparan de manera involuntaria?
Es difícil, pero no imposible. Veremos, a continuación, los mecanismos neuronales que permiten desarrollar estrategias destinadas a favorecer la autorregulación simpática de manera consciente por parte del individuo inmerso en circunstancias adversas o sometido a un severo estrés.
El estrés como experiencia subjetiva
A diferencia del resto de las especies animales, en el ser humano las respuestas fisiológicas y emocionales también pueden ser producidas por un pensamiento o creencia previa, y se gestan en la neocorteza cerebral.
Estos pensamientos o creencias toman forma en los lóbulos frontales y tienen un significado propio para la persona.
Este significado individual, si es de carácter negativo en función de las experiencias de vida personales, puede disparar la señal de alarma en el cerebro, provocando la misma alteración fisiológica y emocional que experimentaría si se encontrara ante una situación de riesgo real.
No obstante, el ser humano también posee una ventaja significativa sobre el resto de las especies animales: puede traducir las emociones en sentimientos conscientes. Y esto es condición indispensable para ejercer cierto control voluntario sobre la ansiedad derivada del estrés.
La corteza prefrontal nos permite, con el entrenamiento adecuado, pasar de una conducta reactiva, involuntaria y facilitada por el estrés, a una conducta voluntaria, proactiva y mediada por la razón.
Es decir, la parte anterior de nuestro cerebro nos permite tener cierto control y nos brinda la capacidad de ser proactivos frente al miedo.
Este es, sin duda, el objetivo cardinal de todo programa de autorregulación emocional y de manejo del estrés. Mientras las demás especies sólo pueden responder de manera rutinaria, nosotros podemos convertirnos en un actor emocional que domine su propia actividad visceral.
Los hemisferios del cerebro y el dominio de nuestras emociones
Hemos observado que, más allá de los estímulos reales de amenaza específica para la supervivencia que pueden aparecer en el medio ambiente, el ser humano puede despertar a la amígdala trayendo a su memoria un recuerdo explícito consciente de su acervo vivencial personal.
Esto es posible porque la corteza prefrontal proyecta algunas de sus fibras nerviosas hacia la amígdala y el hipotálamo, responsables de descifrar la carga emocional de ese recuerdo o pensamiento puntual y movilizar los recursos metabólicos en consecuencia.
Dicho en otros términos, podemos sentirnos ansiosos, temerosos o angustiados si alguien nos amenaza con un revólver.
Pero también podemos sentirnos ansiosos, temerosos o angustiados simplemente anticipando la posibilidad de ser asaltados o recordando el mal momento que vivimos cuando efectivamente nos amenazaron y robaron en la calle
.
Cuando un animal se ve expuesto a una situación que entraña un peligro para su vida, reacciona de manera estereotipada siguiendo un programa de respuesta automatizado con base en el cerebro límbico y reptiliano.
Sin embargo, cuando se trata de un ser humano, las respuestas conductuales que puede adoptar ante una amenaza específica (como puede ser un jefe iracundo o un proceso de reestructuración dentro de la empresa), no necesariamente deben estar sujetas a estructuras cerebrales subcorticales.
En efecto, la corteza prefrontal se encuentra anatómica y funcionalmente preparada para inhibir una conducta automática y reemplazarla por otra más civilizada o conveniente a los fines y objetivos de la persona.
En otros términos, el registro de la experiencia individual puede interferir o influir sobre la determinación de respuestas a estímulos particulares estresantes.
La prueba de ello se encuentra en que mientras un hecho específico, como un despido, puede desencadenar una depresión profunda en una persona, no necesariamente lo mismo le ocurrirá a otra, en función de la interpretación que haga de las circunstancias gracias a su corteza prefrontal.
La neuropsicología nos ha brindado evidencia sobre el papel que desempeñan las cortezas prefrontales derecha e izquierda sobre la emocionalidad y el estado de ánimo.
Concretamente, el hemisferio izquierdo parece estar más relacionado con las emociones de valencia afectiva positiva (alegría, optimismo, etc.) mientras que, sobre el hemisferio derecho, recae la responsabilidad de las emociones de valencia afectiva negativa (tristeza, enojo, etc.).
La experimentación y la observación clínica parecen demostrar que las lesiones en el lóbulo frontal izquierdo inducen un estado de tristeza profunda, al producirse un desequilibrio emocional como consecuencia de la pérdida de la gama de las emociones positivas.
Por el contrario, las lesiones en el hemisferio derecho inducen un estado de inusual alegría, por supresión de las emociones negativas.
Es posible, entonces, modificar el estado emocional de una persona con un entrenamiento adecuado que le enseñe cómo activar más el hemisferio izquierdo en detrimento del derecho.
Análogamente, existe un abundante cúmulo de evidencia que correlaciona positivamente el aumento progresivo de los trastornos del estado del ánimo con el desarrollo de contextos macrosociales amplios caracterizados por la ambigüedad, la incertidumbre, la crisis, y la incapacidad operativa de las personas para lidiar con la frustración, con aquello que no pueden prever.
Y esto encuentra su génesis en estructuras cerebrales arcaicas y primitivas, muy funcionales en un mundo salvaje signado por la ley del más fuerte, pero desfasado y desajustado al avance social y cultural, a los que el cerebro límbico permanece ajeno.
Dr. Néstor Braidot
Profesor emérito de la UAI. Profesor de la Universidad de Salamanca (España). Presidente del Grupo Braidot de Consultoría y Capacitación. (WWW.MATERIABIZ.COM

Ley 22.431 Protección para personas con trastornos del estado de ánimo.

Normativa Certificación Discapacidad. Trastornos del estado de ánimo

B.O. 12/05/09  Disp. 929/09-SNR – Normativa para Certificación de Discapacidad en Pacientes con Trastornos del Estado de Animo.
SERVICIO NACIONAL DE REHABILITACION
Disposición 929/2009
Apruébase la normativa para Certificación de Discapacidad en Pacientes con Trastornos del Estado de Animo.
Bs. As., 17/4/2009
VISTO la Ley Nº 22.431 que instituye el SISTEMA DE PROTECCION INTEGRAL DE LAS PERSONAS CON DISCAPACIDAD, sus modificatorias, el Decreto Nº 106 del 9 de febrero de 2005 y el Expediente Nº 1-2002-4300006748/08-2 del registro del este SERVICIO NACIONAL DE REHABILITACION, y
CONSIDERANDO:
DiscapacidadQue en virtud del Decreto citado en el VISTO, es competencia de este Organismo aplicar la Ley Nº 22.431, artículo 3º, así como elaborar, instrumentar y supervisar los criterios de Certificación de Discapacidad.
Que, en ejercicio de las acciones asignadas por la normativa mencionada en el Considerando precedente, este SERVICIO NACIONAL DE REHABILITACION estima menester determinar en qué casos corresponde extender el CERTIFICADO DE DISCAPACIDAD a los pacientes con Trastornos del Estado de Animo.
Que, a tal fin y como resultado de los ateneos realizados con especialistas en psiquiatría, se proyectó la Normativa anexa al Expediente del VISTO, la cual contiene los criterios para valorar la discapacidad, en pacientes con la patología a que alude el SEGUNDO CONSIDERANDO.
Que, en este orden, resulta procedente aprobar la normativa señalada precedentemente.
Que el Departamento de Asuntos Jurídicos ha tomado la intervención de su competencia.
Que la presente se dicta en virtud de las facultades previstas en la Ley Nº 22.431, sus modificatorias, Decreto Reglamentario y los Decretos Nº 703/95 y 106/05.
Por ello,
LA SEÑORA DIRECTORA DEL SERVICIO DE REHABILITACION
DISPONE:
Artículo 1º — Apruébase la Normativa para Certificación de Discapacidad en Pacientes con Trastornos del Estado de Animo que como Anexo I pasa a formar parte integrante de la presente.
Art. 2º — Comuníquese, publíquese, dese a la Dirección Nacional del Registro Oficial y archívese.
 Grisel Olivera Roulet.

NORMATIVA PARA LA CERTIFICACION DE DISCAPACIDAD EN PACIENTES CON TRASTORNOS DEL ESTADO DE ANIMO
SERVICIO NACIONAL DE REHABILITACION
DRA. GRISEL OLIVERA ROULET
AÑO 2009
TRASTORNO DEL ESTADO DE ANIMO
Estado de ánimo se define como un tono emocional generalizado que influye sobre la perspectiva y percepción de uno mismo, de otros y del medio ambiente. Son entidades comunes potencialmente fatales y altamente tratables. Los trastornos del estado del ánimo afectan todas las áreas del funcionamiento, síntomas vegetativos, cambios de sueño, el apetito, la libido y la energía.
La Depresión como enfermedad fue reconocida y descripta en la Grecia Clásica hace 2300 años por Hipócrates quien denominó melancolía a la tonalidad cetrina, sombría, que oscurecía el ánimo y la existencia del enfermo.
En la última década se han registrado en el campo médico avances notables en las posibilidades de detección (diagnóstico), delimitación (nosográfica), causa, comprensión de sus dinamismos intrínsecos y posibilidad de tratamiento.
La creciente disponibilidad de recursos ha convertido a la depresión en la más tratable de las enfermedades psiquiátricas (Akiskal 1990). Simultáneamente se ha meritado a los estados depresivos como lifetime disorders (enfermedades que acompañan al ciclo vital), crónicas de altamorbilidad, causantes de mortalidad y de elevado costo social y sanitario.
Puede alcanzar niveles de discapacidad manifiesta, mientras el riesgo suicida acompaña de modo permanente, este periplo. Las consecuencias de las depresiones crónicas representan un alto consumo de recursos médicos, aumento del gasto en salud, inducción a fármacodependencia, co morbilidad médica, co morbilidad psiquiátrica, sufrimiento personal, riesgo suicida, costo social.
Siguiendo a DSM IV se incluye entre los Trastornos del estado de ánimo a:
   • Trastorno Depresivo Mayor
   • Trastorno Distímico
   • Trastorno Bipolar I
   • Trastorno Bipolar II
   • Trastorno ciclotímico
   • Trastorno del Estado de Animo debido a enfermedad médica
   • Trastorno del Estado de Animo inducido por sustancias
   • Trastorno del Estado de ánimo no especificado
Estos cuadros clínicos se diagnostican por la presencia, ausencia o duración de los diversos Episodios Afectivos (Episodio Depresivo Mayor, Episodio Maníaco, Episodio Mixto y Episodio Hipomaníaco) que pueden acompañarse o no de síntomas psicóticos.
La bipolaridad es una clase de trastorno cerebral neurobiológico que repercute en el estado de ánimo, condición clínica que comparte con la depresión y que se caracteriza por oscilaciones anímicas, bruscas e intensas.
Sigue pero son descripciones… dejo hasta acá nomás.