sábado, 25 de mayo de 2013

El amor de madre es bueno para el cerebro!



Los niños que reciben más cariño durante su etapa escolar desarrollan un hipocampo más grande y tienen menos síntomas de depresión. Estas son las conclusiones de un estudio publicado en Proceedings of the National Academy of Sciences Early Edition y que confirma lo que intuitivamente todos sabemos: no hay nada como el "amor de madre".
Aunque muchos trabajos han demostrado las consecuencias de crecer en un ambiente cariñoso sobre el éxito escolar y otros factores psicosociales, este es el primero que muestra el efecto directo sobre el cerebro. Concretamente, los investigadores observaron que los niños criados con afecto desarrollaban un hipocampo casi diez veces mayor que los que no habían tenido tanta suerte. Este órgano se relaciona con procesos de memoria y aprendizaje, así como con mecanismos de respuesta al estrés, por lo que es importante su correcto desarrollo a edades tempranas.
"El estudio tiene una gran implicación sobre la salud pública y sugiere que debemos de prestar más atención a la forma en la que los padres crían a sus hijos" indican los autores. Tanto en la escuela como en su ambiente familiar es importante el cariño alrededor de los pequeños. "Como sociedad, debemos hacer lo que podamos para fomentar estas habilidades ya que está claro que los cuidados paternos tienen un impacto muy grande en el desarrollo posterior de los niños", apuntan los investigadores
 
Victoria González
(Muy Interesante)

sábado, 18 de mayo de 2013

Efectos de las adicciones - Lea el artículo anterior




Nueva técnica contra la adicción a la cocaína.



Científicos estadounidenses han conseguido eliminar la adicción y la búsqueda compulsiva de cocaína propia de los drogadictos aplicando luz láser en la región prelímbica de la corteza prefrontal de ratas. Según publica la revista Nature en su última edición, el nuevo trabajo demuestra el papel clave que juega esta zona del cerebro en la adicción a las drogas. 
La adicción a la cocaína es la principal causa de ataques cardíacos e infartos en jóvenes menores de 35 años. Uno de los principales síntomas es el consumo compulsivo de la droga o la pérdida de la capacidad de controlarse para no consumirla a pesar de ser conscientes de que la droga “destroza la vida”, tal y como subraya Billy Chen, del Instituto Nacional de Abuso de Drogas de Estados Unidos (NIDA, por sus siglas en inglés) y coautor del estudio, que añade que lo más prometedor del nuevo tratamiento es que logra que este comportamiento desaparezca. Y lo consigue alterando la actividad en la corteza prefrontal, una región del cerebro esencial en el control de impulsos y la toma de decisiones. No en vano, se ha demostrado que las neuronas de esta región tienen una actividad por debajo de lo normal en drogadictos.
En la novedosa técnica que acaban de desarrollar Chen y sus colegas, los investigadores insertaron en las neuronas de roedores unas proteínas llamadas rodopsinas, sensibles a la luz, y las usaron para “apagar” y “encender” las neuronas mediante láser, como si se tratase de interruptores. Así probaron que cuando las neuronas de la corteza prefrontal se desactivan surgen comportamientos adictivos, mientras que cuando estas células se vuelven a encender la adicción y el deseo incontrolable de consumir drogas desaparecen. Los autores especulan que reactivar esta zona del cerebro en humanos podría hacer desaparecer para siempre todo rastro de adicción a la cocaína, si bien en lugar de emplear láser en la clínica se usaría estimulación electromagnética por fuera del cráneo, en concreto una técnica conocida como estimulación magnética transcraneal (TMS).